viernes, 14 de noviembre de 2008


Laboratorio Cultural
Introducción

Lo que define un proceso cultural es el acervo que impregna a los que participan de esa vivencia. La cultura ya no puede ser definida como el conjunto de valoraciones estéticas que rigen en una sociedad, sino, por el contrario, a partir de lo que provoca o “despierta” en el individuo.

A partir de esta redefinición de lo que implica un fenómeno cultural, toda concepción del desarrollo artístico será transformado, pues no se verá en él un acto de pasatiempo (elevado o no), sino la inducción hacia un proceso transformador que tiene que ver con la esencia del individuo, con su visión del mundo y de sí mismo. El arte como alquimia transformadora, es una visión que le concede al arte un rango metafísico, pues conecta al ser con su interioridad, y con la esencia del mundo.

A partir de la visión de lo artístico como proceso regenerador de lo humano que trasciende lo humano, puede comprenderse que la cultura nunca puede ser entendida como un proceso de masas, uniforme, sino como la creación del ámbito propicio para la conexión entre individuos autorrealizados o, para no recurrir a una categorización, a personas que desean trascender la realidad; por lo cual, el proceso artístico termina por ser la superación de la visión del mundo como representación, como lo definiera Schopenhauer.

La definición de este proyecto como “laboratorio” y no “centro” cultural, tiene que ver precisamente con lo antedicho. La idea de laboratorio remite a la exploración, al ensayo y error, a la búsqueda; mientras que centro es una forma de establecer una idea predeterminada, como si ya se hubiese alcanzado una forma aceptable de entender al fenómeno artístico desde el contenido más que de la perspectiva de la expresión.

Todo lo que se exponga a continuación está vinculado a moldear una nueva visión del proceso cultural en general, y del fenómeno artístico en particular. Este ámbito de experimentación, será un recinto institucionalizado en cuanto a su estructuración y el circuito espacial que ocupará: pero nada de lo que produzca será institucional, predeterminado; en todo caso, buscará redefinir permanentemente su visión y función, adoptando según las circunstancias y los sujetos que participen de dicho proceso, una forma original, regenerada, producto de una metamorfosis permanente.

Esta investigación que centra su eje en lo artístico, es también una suerte de “ensayo” de cómo abordar las cuestiones esenciales de la vida humana. Y, por ende, está ligada a las antiguas escuelas filosóficas presocráticas que entendían a la verdad no como algo absoluto, sino como el “arte” de volver a unir todas las categorías conceptuales para llegar a lo Uno primordial.

Las escuelas pitagóricas fueron quizás el antecedente más concreto de lo que se buscó encontrar al crearse las primeras universidades que, sin embargo, se desvincularon de esa concepción primigenia por influencia del armado “lógico” de la Academia, postulada por el platonismo, que llegaría a su máxima expresión con el aristotelismo, consolidándose en la Edad Media con las doctrinas agustinianas y el sesgo teológico de santo Tomás de Aquino.

Nuestra Universidad es la heredera de la Academia, no del planteo existencial presocrático. La reforma universitaria de 1918 intuyó esta cuestión fundamental, e intentó reformarla con varias planteos; entre ellos, el más significativo fue sin duda la concepción de la “extensión universitaria” y el ideario humanista.

Un laboratorio cultural ofrece la oportunidad de redefinir la Universidad y ser el campo propicio para concebir una vasta reforma; verdadero humus para una nueva visión del hombre en un todo con el Universo, capaz de encontrar una cosmovisión que englobe la ciencia, la filosofía y la religión.


SEGMENTOS DE INVESTIGACION

La investigación cultural se realizará desde tres áreas interactivas:

Espectáculos (El Origen de la Tragedia): como precursora de todos los espectáculos (incluía la combinación de todas las artes y fue la máxima expresión del arte griego).

Areté (simposios, seminarios): la palabra griega areté no tiene traducción en el castellano, aunque quizás el concepto que más se le aproxime sea nobleza. En realidad se trataba de varias acepciones juntas: heroico, noble, profundo, intrépido, inteligente, emprendedor, leal, etc.

Paideia (talleres): la paideia helénica no inculcaba contenidos, sino que moldeaba a los seres humanos en el heroísmo. Como modelo educativo, permitía enfrentar al educando al sentido trágico de la vida. Antes que inculcar un cúmulo de conocimientos, impartía una noción de los Principales temas de la existencia: la verdad profunda acerca de la vida y la muerte, el sexo (eros), el amor (filius) y el sentido trascendente del hombre.


MODALIDADES DE EXPRESION DE LO UNO


La interconexión de los tres segmentos puede canalizarse por medio de nueve modalidades creadas como áreas: el Parnaso del Laboratorio Cultural.


1. Clío: Historia y Poesía Épica


Se buscará redefinir la utilidad y el perjuicio de la historia para la vida, modelo tomado de la intempestiva nietzscheana. Bajo esta revisión histórica, se conminará a no tener ningún respeto por la historia, sino a hacer historia.

Se buscará entonces no seguir los lineamientos cronológicos propios de la ciencia histórica, sino, por el contrario, descubrir su auténtica genealogía.

La poesía épica unida al sentido histórico profundo, permitirá hacer de la historia un diagnóstico ilustrador que permitirá comprender las fuerzas internas que producen los procesos, transformando los hechos en un mensaje para el presente.


2. Euterpe: aprendizaje de la ejecución de instrumentos.

Siendo la música la madre de las artes por su sentido universal en cuanto a comprensión, se pondrá el eje en incentivar la posibilidad cierta y concreta de adquirir una base primaria, para un breve repertorio, en la ejecución de la más variada gama de instrumentos, lo que posibilita sentir la música. Si bien la Musa citada se especializaba en la ejecución de la flauta, desde esta modalidad se creará la ingeniería pedagógica que posibilite resultados inmediatos, sin las exigencias del concertista, que, desde luego, es un enfoque profesional.


3. Talía: Comedia y encuentros.

Siguiendo el planteo aristotélico expresado en el tratado sobre poética, se determinará como comedia a la representación de personajes reales en forma exagerada (también desde la ficción). La comedia permite visualizar al humor como expresión del sentido trágico de la vida, permitiendo a quien sea imbuido por ella, adquirir otra posición frente a la existencia.

Es importante promover desde un espacio libre para la expresión, el simple encuentro, como una modalidad que genere un lugar libre en donde a través de la conversación y la comunicación, sin restricciones de los condicionamientos propios de la sociedad, se pueda poner en contacto con personas con una visión próxima, intereses similares, y asumiendo el desafío de lo que implica el arte profundo. Encuentros sin objetivos predeterminados, en donde quienes participan de las actividades y el proceso creativo, tengan un ámbito para ser escuchados y, a su vez, conocer el pensamiento y la expresión de quienes comparten la inquietud existencial que provoca ser parte del fenómeno artístico.


4. Melpómene: Tragedia.

El aspecto esencial es diferenciar el sentido de la tragedia como arte total en la antigüedad, y la acepción moderna de la palabra. La tragedia antigua era una actitud frente a la vida, lo que se llamó espíritu trágico o dionisiaco (pues Dionisos fue el dios que le dio origen). En la modernidad, después de Nietzsche, sólo Miguel de Unamuno logra aproximarse a ese concepto, en su famosa obra Sobre el sentido trágico de la vida.

Desde el laboratorio cultural se buscará redescubrir al Gran Orfeo, o Gran Arte, que integraba en un solo espectáculo todas las artes fragmentadas en la modernidad. La Ópera, que pretendió ser descendiente de la tragedia griega, apenas si es un género musical, una verdadera caricatura de aquello.

La creación de un Coro y una Orquesta estable, han de ser fundamentales para este recurrido en busca de la tragedia, en donde lo que nos ha llegado de Esquilo y Sófocles apenas si es una mera muestra (y tan sólo de lo que en la modernidad definimos como libreto).


5. Terpsícore: Danzas, canto lírico y recitado.

No existe mayor vehículo de expresión que la danza, que se hace cuerpo con el que baila. La unión del canto y el recitado con la danza, produce un efecto muy poderoso en el espectador.

Es un aspecto esencial, porque integra al cuerpo y a la mente. Por lo general, la danza es ubicada en un segundo plano en los “centros culturales”. Priorizarla e investigarla desde el laboratorio cultural, permitirá descubrir su vínculo con el lenguaje y con la sexualidad profunda.

Es un medio formidable para el conocimiento de uno mismo.


6. Erato: Poesía y Lírica.

De todas las artes, la poesía es sin duda la que en la actualidad goza de menos adherentes. Y esto se debe a su complejidad fonética y a la profundidad de las metáforas que requieren de lúcidas mentes abstractas, ágiles mentalmente, en una época copada por el Homo Videns (la sociedad de la imagen), como lo define Sartori.

Una política fundamental es crear los vehículos para hacer llegar el verso a una gama más amplia, puesto que es un arte que amplifica la sensibilidad y la percepción, nutriendo de una inteligencia asociativa que algunos se atreven a poner por encima de la agilidad mental que producen el ajedrez e incluso las matemáticas.

Es difícil crear la conciencia de lo que la poética ha significado para la cultura y la civilización desde Homero hasta el presente. Y mucho más complicado hacerlo accesible desde un espectáculo o taller. Sin duda la valla actual solo podrá ser superada por los aportes de la canción (la poesía de Hernández y Machado en las canciones de Serrat, por ejemplo), o la concepción interactiva de varias expresiones artísticas, previo al retorno de la Tragedia.


7. Polimnia: Pantomima y Poesía Coral.

Se establece por pantomima una gama de derivaciones del arte escénico que asisten y decoran a la comedia y a la tragedia (entre las que se cuenta el clown, el match de improvisación, mimo, etc).

Incluye también las expresiones populares vinculadas a las fiestas paganas o carnaval, donde se destaca la murga como síntesis actual en boga.

Dentro del marco de lo que se concibe como pantomima, existe un amplio marco de experimentación, en donde se podrían combinar diversas expresiones corales, teatrales e incluso de la propia danza. Quizás este sea un aspecto importante a desarrollar desde el laboratorio, básicamente por su fácil inserción en el ámbito popular.

La poesía coral no es un género muy difundido, pero insertado dentro del espectro del orden genérico de la pantomima, puede ser una oportunidad más, un vehículo para integrar a las artes.


8. Urania: Astronomía y Cosmovisión.

Para las convenciones modernas, la astronomía no forma parte de lo artístico, porque está más asociada a la ciencia que a lo cultural. Sin embargo, como marcaban los frontispicios de los templos del conocimiento: era imposible conocerse a uno mismo y adquirir una sensibilidad que permitiera trascender la realidad sin conocer al Universo y a sus dioses.

Esta es un área esencial desde donde la investigación cultural posibilitará establecer el fuerte vínculo que en la antigüedad tenían las ciencias y el arte; y resulta un aspecto esencial para crear aquella cosmovisión señalada en la introducción de este proyecto.

Resulta esencial, puesto que en la actualidad la Universidad produce profesionales, en lugar de generar individuos plenos, que conozcan el arte de vivir y hagan de su profesión un medio y nunca un fin. Este espíritu humanista propio del Renacimiento, ha de ser uno de los hallazgos más señeros en cuanto a las aspiraciones de este Laboratorio Cultural.

La verdadera dimensión de la vida solo puede ser adquirida a partir de cómo se aborden los aspectos de ella, en donde el conocimiento de las dimensiones del Universo, las implicancias de la relatividad y la teoría cuántica, modifican por completo nuestro entendimiento y posición en la existencia.

Llegar a relacionar los postulados esenciales de la física moderna con la sensibilidad artística, generaría de por sí una nueva conciencia humana.


9. Calíope: Poesía y literatura épica.

La escritura es la mayor expresión conceptual. Trabajar todos los géneros que la engloban (dramaturgia, poesía, novela, ensayo, periodismo, etc), implica también una investigación semiológica que permita establecer la relación entre lenguaje y concepto, y la influencia que estos ejercen en relación al pensamiento y al esquema perceptivo del ser humano.

Lo épico tiene que ver con la actitud. La actitud individual frente al acontecimiento. Lo épico como postura de vida frente a la inclemencia del Destino y la condición humana.

El lenguaje como potenciador de la visión binaria, definido en los opuestos (blanco y negro, bueno y malo) no hace más que alejarnos de la verdadera percepción, que está relacionado a lo Uno.

Un aspecto central de esta modalidad, es investigar variantes del lenguaje, y si el mismo puede transitar por una significación totalizadora. La sola visualización de esta posibilidad podría crear nuevas formas de expresión capaces de vivenciar lo artístico como la auténtica metafísica de la vida.


Sobre el carácter cuantitativo y cualitativo del Laboratorio Cultural.


Mientras la Universidad sigue maniatada por la falsa opción de masividad y elitismo, es importante establecer que esta propuesta cultural centrada en el fenómeno artístico, considera que existen actividades propicias para el número, mientras la investigación es una tarea artesanal, propia del criterio cualitativo.

En este concepto también se puede ubicar al estudiante inmerso en la Universidad, y la relación del proyecto cultural con la sociedad, como manifestación del concepto de extensión universitaria.

En cada uno de los emprendimientos en las tres áreas interactivas de las cuales se derivan las nueve modalidades, es preciso establecer la condición, característica y naturaleza de lo que se hace. Es tan importante la forma de convocatoria y a quien se convoca, como lo que se realiza.

La propuesta cultural, por lo tanto, debe convocar a todo aquel que tenga una inquietud artística, filosófica y/o existencial; y al mismo tiempo crear áreas y actividades de excelencia que convoquen talentos creativos corroborados, que aporten una fisonomía particular al espacio y contribuyan a darle una identidad propia, sumada a una profusa producción artística.


Maratones y Olimpíadas Culturales.


Todo lo que se genere en el espacio cultural debe ser presentado y promovido. Además de las actividades regulares, con sus tiempos y procesos, resulta importante impulsar jornadas de expresión cultural en varias modalidades. En la “Maratón Cultural”, se realizará una jornada completa de actividades artísticas de distinta índole, convocando a las fuerzas creativas de la Universidad y la sociedad, haciendo del Laboratorio el epicentro de una mega puesta de espectáculos en todos los géneros artísticos. Una fecha interesante podría ser el inicio de la primavera, previo o posterior al día del estudiante.

En el caso de la “Olimpíada Cultural”, se establece una competencia artística, pero volviendo al espíritu de las competencias atléticas, en donde competir (cumpetere), significaba “buscar juntos”. La misma puede tener una extensión de tres semanas, abarcar las más diversas disciplinas, y contar con un jurado de renombre que haga del desafío creativo algo apetecible y una conquista importante. Podrán convocarse a tal efecto, a personalidades de renombre, para empezar a crear una tradición que se sostenga en el tiempo y se reedite todos los años.

La fecha más indicada para esta convocatoria es Noviembre, el momento en donde el año alcanza su cenit en materia de actividad, para empezar a disminuir al comienzo del último mes del año.


Proyección Universitaria hacia la comunidad.


La Universidad como entidad educadora, debe contribuir al concepto de ciudadanía, y a crear una conciencia que permita al vecino establecer su soberanía como miembro activo. Un ámbito de experimentación teórica como el que se pretende desarrollar en el Laboratorio Cultural, debe ofrecer la oportunidad a los miembros de la sociedad, de conocer sus derechos, y a su vez ejercer su soberanía. Esto fortalecerá el vínculo de la Universidad con la comunidad, dándole una dimensión práctica al marco académico propio de las facultades.

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